22 de junio de 2011

El FMI le exige a España “valentía” para abaratar los costos laborales

Pide bajar indemnizaciones, negociaciones por empresa y desvincular salarios de inflación
En el informe con la revisión de la economía hispana, el organismo de crédito internacional no se ahorró recetas como las que padeció la Argentina hace una década. Así, insiste, los empresarios crearán más fuentes de trabajo.


El Fondo Monetario Internacional (FMI), en una nueva demostración de que no piensa cambiar las recetas para solucionar las crisis financieras, le pidió al gobierno de España “valentía” en esta nueva etapa de ajustes sobre su economía. Valentía para abaratar el costo de los despidos, para desvincular la inflación de los aumentos salariales y para fortalecer los convenios colectivos por empresa en detrimento de las negociaciones por sindicato. Así, señaló, el país podrá ahorrar y evitar una cesación de pagos de su deuda externa.
En un informe con la revisión periódica de la economía española, el FMI no dijo una palabra sobre el endeudamiento externo hispano (1,8 billones de euros), lo que suma casi el 170% de PBI. Tampoco indicó que los mayores tenedores de los bonos de esa deuda, como sucede con Grecia, son los grandes bancos europeos, en particular los alemanes. Pero sí recomendó que el gobierno ajuste más los cinturones de los españoles para que la banca europea no se vaya a la bancarrota.
El organismo elogió la disposición del gobierno socialista para acatar sus planes de ajuste. La administración de José Luis Zapatero, dijo, tuvo una respuesta “rotunda y amplia” porque siguió al pie de la letra las recetas neoliberales para enfrentar la crisis de la deuda. Sin embargo, agregó el FMI, no fue suficiente. La recuperación es “incompleta” y los riesgos “considerables”, advirtió.
Ante ello, el FMI hizo las mismas “recomendaciones” que está haciendo a Grecia y que hace una década le hacía a la Argentina: el gobierno no debe bajar la guardia y tiene que impulsar la reforma fiscal y financiera, así como llevar adelante “un fortalecimiento audaz de las reformas laborales”.
En concreto, el organismo anima a España a una descentralización efectiva de los convenios colectivos para que prime la negociación a nivel de empresa sobre la sectorial, de modo que las compañías tengan una mayor flexibilidad a la hora de pactar los salarios con sus empleados o de hacer despidos. Si la reforma aprobada recientemente no logra de forma “rápida y clara” la flexibilidad perseguida para las empresas, será necesario aprobar “una reforma más radical”, subraya.
Por lo demás, el Fondo cree necesario también dejar de vincular salarios e inflación porque, dice, es una “práctica inconsistente” con el funcionamiento de la unión monetaria y particularmente perjudicial en momentos de alto desempleo, choques estructurales e inflación de costos. Además, las indemnizaciones por despido deben reducirse más y deberían de estar mejor diseñadas, dice el FMI, para hacer más atractivas las contrataciones permanentes en un país donde hay casi 5 millones de desempleados (21% de su población activa).
El Fondo, por otra parte, insta también a España a completar la reforma del sector financiero dado que, según sus expertos, persiste la presión sobre el sector porque no están claras las perspectivas de beneficios para la banca y hay todavía dudas sobre si las entidades han reconocido plenamente sus pérdidas inmobiliarias. Para despejar interrogantes, el Fondo aconseja reestructurar rápidamente o vender los bancos más débiles.
En líneas generales, el informe insiste una y otra vez en la necesidad de que el gobierno no baje la guardia y mantenga el ritmo de las reformas ya que, pese al proceso de recuperación gradual, siguen los riesgos. “A corto plazo las condiciones financieras podrían deteriorarse todavía más, reflejando las crecientes preocupaciones por los riesgos soberanos en la zona euro”, afirmó el Fondo. Eso, según el organismo, podría ejercer presión adicional sobre la deuda soberana y los costos de financiación de los bancos españoles, lo que a su vez podría lastrar la economía real.
Efe, dpa y Ansa