La histórica mayoría absoluta obtenida por el Partido Nacionalista de Escocia (SNP, en sus siglas en inglés) en las elecciones al Parlamento celebradas la pasada jornada abren la vía para la convocatoria del ansiado referéndum sobre la independencia del territorio respecto a Reino Unido.
Tras empezar la campaña electoral por detrás de los laboristas en las encuestas, el SNP, que se estrenó en el poder la pasada legislatura con un Gobierno en minoría, ha logrado los 65 escaños que otorgan la hegemonía en la asamblea de Holyrood, el umbral que permite a la formación aprobar la ley necesaria para la convocatoria de un plebiscito en algún momento de los cinco años que durará el próximo mandato.
A pesar de que en las últimas elecciones esta promesa había centrado el programa electoral, no pudo materializarse por la oposición de la mayoría del arco parlamentario. En esta ocasión, sin embargo, el referéndum no había focalizado las apuestas para apelar al apoyo de los ciudadanos, que se centraron en la recuperación económica y la creación de empleo.
El primer ministro británico, David Cameron, felicitó ya a los nacionalistas, que son los primeros que ostentarán la mayoría absoluta en la historia del Parlamento de Escocia. No obstante, aunque prometió colaboración, advirtió ya de que, en cuanto a las aspiraciones independentistas, hará "campaña por mantener la unidad de Reino Unido ". "Con cada fibra que tengo", aseveró.
La victoria del SNP se contrapone a la pérdida de apoyo de laboristas y liberal-demócratas, las dos formaciones que durante dos mandatos consecutivos habían compuesto la coalición a la que los nacionalistas desbancaron en 2007. El ministro principal, Alex Salmond, definió los resultados obtenidos como "históricos" y aprovechó para reabrir el debate sobre una campaña electoral criticada por el agrio enfrentamiento entre los contendientes. Con un 64 por ciento de los votos en su circunscripción, Salmond celebró que en las elecciones de ayer triunfase la opción que "no insultaba la inteligencia de los escoceses".
El programa electoral de su partido incluía propuestas como la congelación de las tasas municipales durante cinco años, proteger el presupuesto para Sanidad y el número de agentes de Policía, según Salmond, las apuestas que "interesan a la gente", si bien los laboristas los acusaron de no incidir en la cuestión del referéndum para evitar perder el voto del electorado más moderado en torno a la independencia.
Debacle liberaldemócrata
Según los primeros resultados en la elecciones autonómicas inglesas, el partido más perjudicado ha sido el Liberaldemócrata, componente minoritario en la coalición con los conservadores en el Gobierno. Las primeras proyecciones de voto de la BBC para las elecciones municipales sitúan en primer lugar a los laboristas con un 37 por ciento, seguidos de los conservadores, que parecen aguantar mejor el desgaste de lo esperado con un 35 por ciento, y los liberaldemócratas, con sólo un 15 por ciento.
En la ciudad de Sheffield, circunscripción electoral del líder liberaldemócrata, Nick Clegg, a quien se considera el gran derrotado, los laboristas han superado a ese partido y se han convertido en mayoritarios en ese Ayuntamiento tras un total de arrebatar nueve escaños a sus rivales. En otra gran ciudad, Liverpool, los liberaldemócratas han cedido a los laboristas once puestos de concejal y también en Manchester, donde todo apunta a fuertes pérdidas para el partido de Clegg.
En las elecciones al Parlamento autónomo de Gales, los laboristas confían en conseguir una clara mayoría y gobernar por primera vez en solitario sin el apoyo de sus socios actuales, los nacionalistas de Plaid Cymru.
En Irlanda del Norte, donde el recuento de los votos comienza esta mañana, el Partido Democrático Unionista (DUP), del ministro principal, Peter Robinson, y el Sinn Fein, antiguo brazo político del inactivo IRA, que gobiernan juntos, confían en afianzar su posición como los partidos más votados. Todo indica que Robinson continuará como jefe del Ejecutivo de Belfast y Martin McGuinness, "número dos" del Sinn Fein, como su adjunto, a pesar de que los republicanos aún tienen esperanzas de superar al DUP y convertirse, por primera vez en su historia, en el principal partido norirlandés.
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