22 de julio de 2009

Reforma del Estatuto e Extorsión dos Partidos Estatais

El BNG acusa a PP y PSOE de querer pactar un «Estatutiño»
Guillerme Vázquez cree que el nuevo texto situaría a Galicia en la «Segunda división» del estado español.

El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, ha acusado al PPdeG y al PSdeG de intentar «pactar» un «Estatutiño» que consolidaría «definitivamente» a Galicia «entre las naciones del Estado Español de Segunda división».
El portavoz nacionalista afirmó que Galicia necesita «un Estatuto que nos coloque entre aquellas Comunidades Autónomas de primera, en un rango que tenemos constitucionalmente reconocido, como nacionalidad histórica».
En este sentido, apostó por lograr un nuevo Estatuto similar al que tiene Cataluña, y no uno que eleve, a categoría legal, «lo que en este momento ya sucede» y en el que no se reflejen «las cuestiones identitarias». «Alguien se podría imaginar al homólogo del PSdeG en Cataluña haciendo planteamientos del tenor de los que hace el señor Vázquez.
La sociedad catalana no se lo permitiría», puntualizó. Por este motivo, señaló que no van a «aceptar» que Galicia pierda el rango estipulado en la Constitución, ya que lo que «interesa es tener un Estatuto de primera», porque «rango político es igual a competencias, dinero y bienestar social», aseguró.
Asimismo, Vázquez criticó la actitud del PPdeG, al que acusó de intentar llevar a Galicia «al club del noroeste», y del secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, que, en su opinión, instó al BNG a «callar la boca y aceptar lo que digan PP y PSOE».
Polémica
El PSdeG pactará el Estatuto con el PP si el BNG insiste en la palabra «nación»
Feijoo promete remitir al Parlamento gallego un proyecto de reforma del texto
La política gallega se impregna este mes de julio de renovación estatutaria, después de que hace dos años el consenso entre las fuerzas políticas brillase por su ausencia. Los socialistas abrieron ayer el melón del Estatuto, al dirigirse su líder, Pachi Vázquez, a PP y BNG con una iniciativa para la creación en septiembre de la comisión parlamentaria que impulse la reforma. «Quen non ten Estatuto milita na segunda división», advirtió el dirigente socialista.
El escenario político ha cambiado y Vázquez está dispuesto a impulsar la reforma «por consenso», pero, si no fuera posible «por que alguén se empantane en debates de pouco interese cidadán», los socialistas lo dejarán «aparcado», y seguirán «para adiante», para superar la polémica sobre la introducción del término nación , defendido por el BNG.
La petición de reforma estatutaria ha sido acogida con cierta sorpresa entre las filas conservadoras, porque el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, incluyó la reforma en el programa electoral. Ayer, Feijoo advirtió de que aún no ha recibido ninguna propuesta de Vázquez. «Nestes momentos temos que estar nas cousas que de verdade preocupan aos galegos, que son a crise, a recesión económica e o emprego, que deben ser o primeiro obxectivo», destacó.
Con todo, Feijoo informó de que remitirá al Parlamento un proyecto de «reforma constitucional do Estatuto» para que sea debatido por los grupos políticos. «O Goberno vai cumprir o seu compromiso», recalcó el titular de la Xunta.
«Teito constitucional»
Estatutos renovados hay ya unos cuantos, pero la pregunta emergente es qué propuesta defienden los socialistas. Su líder, Manuel Vázquez, sostuvo que el PSdeG «vai marcar o teito onde se marcara xa», en referencia al Estatut catalán, pendiente del pronunciamiento del Tribunal Constitucional. «Non votarei un con menos dereitos, e como comunidade histórica temos que apostar», puntualizó, en relación al umbral constitucional y las líneas rojas que pueda establecer el alto tribunal.
El secretario xeral propuso ir «ao máximo de competencias» en un Estatuto renovado, que juzgó «indispensable», y se lamentó de que la negociación de la financiación se haya hecho con el actual. «O PPdeG tivo a oportunidade de reformalo pero Rajoy impediullo», subrayó Vázquez, sobre la carencia de consenso en la etapa bipartita.
El líder socialista, que se mostró partidario de una agencia tributaria propia, aseguró que Galicia «ten lingua e cultura de seu e non lle debe nada a ninguén». Y deslizó una advertencia: «Non imos permitir en ningún momento que debates nominalistas retrasen este país», en torno a la carga identitaria que pudiera introducir el BNG.