La Xunta privatiza el Centro Gallego y rompe un pacto de 20 años
Agrupaciones afines al PP pactan con el Gobierno un nuevo proyecto para el sanatorio sin presentarlo al resto de colectivos
La Xunta consigue su objetivo. El Gobierno gallego confirmará el próximo 3 de diciembre la privatización de la gestión del hospital del Centro Gallego de Buenos Aires, después de convencer a tres de las cinco agrupaciones de la histórica institución para que den su voto favorable al nuevo proyecto del Ejecutivo en la reunión del Patronato de la Fundación Galicia Saúde que tendrá lugar en Santiago.
Pese al rechazo inicial de las cinco agrupaciones a ceder la gestión del hospital al grupo privado 3A Recoletas, y que obligó a la Xunta a desconvocar dos reuniones, la presión del Gobierno sobre dos representantes del Centro en su última visita a Galicia, los pasados 23 y 24 de noviembre, ha dado sus frutos.
En una reunión de la directiva del Centro Gallego celebrada el pasado lunes, las tres agrupaciones más afines al PP (A Terra, Breogán y Celta) confirmaron su voto favorable a un nuevo proyecto, pese a que éste no fue hecho público ni comunicado al resto de agrupaciones, con lo que el Ejecutivo consigue así un apoyo más de los exigidos para poder imponer su proyecto en la Fundación Galicia Saúde, que gestiona el hospital con un 50% de representantes de la Xunta y otro 50% del Centro.
“Pedí copia del nuevo contrato y me dijeron que no, así que, como comprenderán, mi asociación no va a aceptar algo que no conoce”, asegura a Xornal un miembro de Unión Gallega. Esta agrupación no tardó en emitir un comunicado para anunciar que al habérsele “negado la información requerida” sobre las negociaciones con la Xunta y tras la “actitud discriminatoria de algunos directivos de la institución”, decide “la ruptura del pacto de gobierno de las cinco agrupaciones vigente desde hace veinte años”. Además, llama a sus socios “a defender los 102 años de autonomía” de una entidad “sin ánimo de lucro”.
Este anuncio supone acabar con un acuerdo democrático entre las cinco agrupaciones para rotarse en el poder desde hace dos décadas. Así, Unión Gallega, anuncia que se presentará a las elecciones del próximo mes de agosto y recuerda que la Xunta consiguió al fin su objetivo inicial, “que no era otro que dividir a la emigración”.
La propuesta inicial de la Xunta consistía en ceder, directamente y sin concurso, al grupo privado 3A Recoletas durante trece años la gestión del hospital del Centro Gallego, que recibiría una subvención de casi 28 millones de euros en nueve años por parte de la Xunta. A cambio, la empresa solo se comprometería a invertir ocho millones, aunque sin concretar las partidas.
La presión de parte de la diáspora, que acusó de “chantaje” y “coacción” al secretario xeral de Emigración, Santiago Camba, y al conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, consiguió paralizar un proyecto que, sin embargo, no varía demasiado.
La nueva propuesta, que no fue hecha pública a los directivos del centro, consiste en colocar dos gerentes. Uno de ellos, el actual dirigente del hospital, se ocuparía de los planes de salud de los socios. Un dirigente de 3A Recoletas sería, por contra, el encargado de administrar el hospital, así como de la facturacion a terceros, compras, obras y equipamiento. El hombre propuesto para este cargo no es otro que el presidente del grupo privado.
En definitiva, una privatización de la gestión disimulada con una doble gerencia. “Es más de lo mismo”, denuncian miembros de la directiva del Centro. “Estoy triste; esto es una puñalada, algo bochornoso que debería avergonzar a la Xunta, pero ya se sabe... Ellos tienen la chequera”, lamenta un socio. “Han tenido una pésima atención con la emigración argentina”, replica otro, que anuncia: “Lucharemos para evitarlo”.
Farjas: “No es solidario pagarlo con los impuestos de todos los gallegos”
Teresa Táboas la acusa de recurrir al mercantilismo en un centro histórico para los emigrantes
La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, justificó ayer la privatización de la gestión del Hospital de Buenos Aires en la mala gestión del bipartito, que según ella llevó al centro a una situación de quiebra. Además, dijo que no era “solidario ni responsable” pagar los servicios con los impuestos de todos los gallegos, aunque no explicó el nuevo modelo de gestión que la Xunta firmará el próximo 3 de diciembre en Santiago.
Farjas respondió ayer en pleno a una pregunta de la diputada del BNG Teresa Táboas. La nacionalista quiso centrar el debate en la emigración. “Hablamos de una parte identitaria de nuestro país. El hospital del que estamos hablando es la historia de nuestro país, es una edificación hecha con donaciones de los emigrantes gallegos. Después de la muerte de Pascual Veiga, crearon el centro gallego y el hospital”, afirmó.
Además, Taboas dijo que el centro es “una pieza sentimental de este pueblo. En la habitación 203 falleció Castelao y ahora lo convierten en un centro privado. ¿Cuáles son los criterios? Las cinco asociaciones, enfrentadas por culpa de Sanidade y Presidencia. Es una decisión irreverente con la historia de nuestro país”.
La versión de Farjas fue radicalmente opuesta. En su opinión, “Sanidade tiene un claro compromiso por la sanidad pública, un compromiso al 100%”. “No quieran ustedes apropiarse ahora de la memoria de los emigrantes”, le replicó.
La conselleira argumentó que socialistas y nacionalistas “son conscientes de la desfeita, de hecho en el traspaso de poderes ya me insistieron en la polémica y nos pusimos a trabajar en el asunto. Una auditoría reveló que el hospital tiene una deuda acumulada de 12,2 millones de euros y puso de manifiesto el grave deterioro de las instalaciones. Un total de 3,4 millones de euros anuales le daba el bipartito para nada. Además, de los 20.000 socios, solo 4.000 son gallegos. No es solidario ni responsable pagarlo con los impuestos de los gallegos”, dijo Farjas, que sin embargo no se refirió a los más de 27 millones de euros en subvenciones públicas que recibirá el Centro Gallego, pese a que será gestionado por un grupo privado castellano-leonés hasta el próximo años 2022.
En su segundo turno de intervención, Teresa Táboas sí criticó el “mercantilismo puro y duro” de la Xunta, así como la decisión de dar 27 millones en nueve años a una empresa de Cuenca para su gestión. “Es así como se pone fin a 102 años de historia, hasta qué punto se puede llegar. Mero negocio”, concluyó.
Por último, Pilar Farjas insistió en que la privatización “llega por una mala gestión del bipartito”. “No mientan ni engañen. Hay que garantizar la viabilidad para evitar la quiebra económica. Que no se limiten a pedir ayudas”, dijo. El PSdeG e incluso varios diputados del Congreso argentino negaron estas acusaciones de la conselleira y aseguraron hace unos días que el Centro Gallego “comenzaba a funcionar” tras las actuaciones llevadas a cabo por el anterior Ejecutivo.
“La política del bipartito ya demostró cómo se puede despilfarrar el dinero de los gallegos. Las agrupaciones son muy conscientes y tenemos su apoyo, así como el de los trabajadores. Resolver la situación económica y financiera es nuestro compromiso firme”, remató Farjas, principal artífice del nuevo modelo en el hospital.